Cuando el reconocimiento es imprescindible para crecer

¿Cuándo ha sido la última vez que has reconocido a alguien?

En cualquier contexto, personal, laboral, familiar, de amistad…

¿Por qué nos cuesta tanto reconocer? Es gratis, de contenido positivo, nos ayuda a crecer, ayuda a crecer al otro, y nos deja muy buen cuerpo.

Entonces… ¿por qué no lo hacemos más a menudo?

De lo positivo del reconocimiento, para el otro y para mí:

  • Refuerza la AUTOESTIMA, lo que uno se quiere a sí mismo, gracias a la visión sincera del otro
  • Aporta JUSTICIA sobre uno mismo
  • Te ayuda a APRENDER desde el punto de vista del otro, ACEPTANDO diferentes visiones a la tuya sobre tus actuaciones
  • Aprendemos del IMPACTO que generemos en los demás, clave para el concepto que tienen de nosotros
  • Favorece la TRANSPARENCIA, fundamental para unan comunicación interpersonal efectiva y basada en la CONFIANZA. Si yo tengo la confianza de reconocerte a ti, generaré la suficiente confianza en ti para que también me reconozcas.

Claro que, para reconocer bien al otro, necesito:

  • QUERER, (en este caso, querer reconocer) inicio imprescindible para el desarrollo de cualquier hábito.
  • OBSERVAR y detectar CONDUCTAS, comportamientos concretos, origen del reconocimiento (decir qué buen profesional eres no es lo mismo que decir qué bien tratas a tu equipo, te preocupas de conocerlo, porque les dedicas tiempo a todos y cada uno de ellos). Bajar a la conducta, el comportamiento concreto, siempre reconocerá mucho más que quedarnos únicamente en aspectos generales. Para esto y, en definitiva, necesito conocer al otro.
  • VERBALIZARLO y transmitirlo al otro en un momento pausado y con tiempo para dialogar y contrastar.
  • Completar el mensaje con un SENTIMIENTO propio, sincero, tal como “me gusta mucho cuando… qué bien me siento cuando te veo… qué feliz me haces si…”. De esta manera, quien recibe el reconocimiento no solamente tendrá identificada su conducta, sino que sabrá el positivo impacto emocional que provoca en ti…y eso es muy difícil de olvidar.

¿A qué esperas para reconocer?

Deja un comentario